lunes, 20 de abril de 2009

Una teoría a punta de tabaco ceremonial

Todas las cosas tienen su propio lenguaje. El lenguaje le permite a cada cosa organizarse y pertenecer, es decir, Ser. El lenguaje las hace ser lo que son. Con este lenguaje hablan entre sí para entenderse. En ese hablar / cantar / expresar se forma el hilo vinculante que une todo. No es solo lenguaje, es red que sostiene y le da coherencia a todo lo que vemos y a lo que no, pero intuimos. Esos lenguajes sirven de puente a su vez entre mi afuera y mi adentro, lo subjetivo y lo objetivo, borrando sus fronteras y dejando ver una parte de mi que se refleja en todo. El lenguaje es medio pero también fin. Me sirvo de él para encontrarte con las esferas de lo otro, pero también me permite pasarme al otro lado mismo.

Pregunto y me responden.

El tabaco ceremonial me permite hablar otras lenguas, es decir, ser en el otro. Siendo transformo. Transformando defino. Cuando hablo me vinculo y me incluyó en lo otro. Por lo tanto soy en el otro y puedo sanar.

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