"En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser." William Shakespeare
Pasamos por cientos de ritos e iniciaciones, nos ponemos ropas, mascaras y cambiamos de nombre tanto como de paisajes, ayunamos y nos contenemos, nos miramos en los otros y a través de otros nos buscamos, nos espejeamos en cada horizonte; aplastamos las nalgas esperando que llegue la visión, el mensaje, la luz, la palabra, el augurio, el destello, el silencio; se ora, se medita, se repite el mantra, se respira, se hiperventila, se conecta, se alucina, se grita, se danza, se muere y se renace, se camina, se corre, se cruza y se regresa, la peregrinación no tiene descanso; se abren y se cierran puertas, se busca atras del símbolo y la señal; se pide, se ruega, se pasan los días con sus noches y siempre se espera. A lo largo de esta búsqueda de uno mismo que es la vida con el tiempo se da uno cuenta que no se trata de ir ni más lejos ni más arriba, sino más adentro, o como decía Jung, "Solo se volverá clara tu visión, cuando puedas mirar con tu propio corazón, porque quien mira hacia afuera, sueña. Y quien mira hacia adentro, despierta.”
sábado, 11 de abril de 2009
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