sábado, 28 de marzo de 2009

Sobre las impaciencias en la búsqueda

Un amigo acaba de regresar de estar en un ejercicio de búsqueda de visión según el modelo Lakota. Me contó de sus afanes, las penurias de la soledad y el encuentro con los fantasmas de su propia mente, los cuales eran capaces de fatigar la voluntad más preparada. Recordé los "Himnos Nisibianos" (Carmina Nisibena) del místico Efrén de Siria. Este texto siempre me aterriza cuando la impaciencia y la inflación del ego hacen de las suyas:

“Alégrate por lo que has alcanzado, sin entristecerte por lo que te queda por alcanzar, pues el sediento se alegra cuando bebe y no se entristece porque no puede agotar la fuente. [...] Da gracias por lo que has recibido y no te entristezcas por la abundancia sobrante. Aquello que, por tu debilidad, no puedes recibir en un determinado momento lo podrás alcanzar en otra ocasión, si perseveras. Ni te esfuerces avaramente por tomar de un solo sorbo lo que no puede ser sorbido de una vez, ni desistas por pereza de lo que puedes ir recogiendo poco a poco”.

Efrén de Siria, fue padre de la iglesia cristiana primitiva, ermitaño, místico y poeta nacido en la entonces provincia romana de Mesopotamia en 306 DC y muerto en Edesa en 373 DC. Por humildad rehusó la ordenación sacerdotal por lo cual se le llama “Efrén el Diacono” En su tiempo fue conocido también con el apelativo de «El harpa del Espíritu». Narra él mismo como su obra comenzó luego de un sueño donde pudo ver como de su lengua nacía una mata de uvas, la cual se extendía por muchas regiones, llevando a todas sus racimos. Pasó la mayoría de su vida en una cueva.

viernes, 27 de marzo de 2009

La cuestión mente y cerebro

Una pregunta. Si la mente es únicamente resultado fisiológico del cerebro y los fenómenos mentales están determinados por la simple interacción biológica neuronal, ¿cómo la memoria y la identidad se mantiene a lo largo de toda una vida, si una persona promedio pierde 10 millones de conexiones neuronales cada día?, o mirando más allá se puede uno preguntar por casos clínicos de personas que mantienen la memoria y su capacidad intelectual a pesar de haber perdido accidentalmente extensas áreas del órgano cerebral, o han tenido traumatismos craneo-encefálicos o son removidos partes de su cerebro como parte de un tratamiento (eje: epilepsia, tumores). ¿La comprensión es simplemente un evento neuroquímico? ¿La actividad mental se homologa con la actividad cerebral? ¿La facultad mental se reduce a alguna parte del cerebro? ¿si se extirpa esa parte ya no se piensa o al contrario, si se cura esa parte la persona pensará? ¿Las neuronas piensan?

La No Localidad y la Sanación a Distancia

Lo que la ciencia necesita una revisión radical de nuestra actitud con respecto a la realidad física. Niels Bohr.

¿Se puede afectar un objeto independientemente de la distancia que lo separa, inclusive superando la velocidad de la luz y las leyes relativistas? No hay duda. Gracias a experimentos realizados en conjunto por científicos de la Universidad Nacional de Seúl, la Real Universidad en Inglaterra y de la Universidad de Queensland se ha demostrado que se puede violar el Realismo Local a escala macroscópica* (ya había sido probado por Aspect en los 70’s a nivel micro con partículas atómicas), es decir, la No Localidad es un fundamento de la realidad que conocemos.

La No Localidad implica que dos partículas siguen vinculadas no importa la distancia entre ellas, intercambiando a su vez información de forma instantánea. El fenómeno de la No Localidad fue comprobado por el científico francés Alain Aspect, que verificó como las dos partículas pueden estar entrelazadas independientemente de dónde están, qué son y qué fuerzas ejercen una sobre otra.

Esto significa que la física estudiada en el colegio, con sus leyes mecanicistas y su determinismo, donde toda causa se origina a través de una cadena de eventos, deja de ser paradigma y se abren nuevas posibilidades para entender la realidad gracias a la comprobación de la No Localidad.

La Sanación a Distancia podría tener sentido bajo la luz de estas teorías. Conversando con el chamán peruano Don Guillermo Arévalo (Kestenbetsa) hicimos un paralelo entre los modelos terapéuticos de la Sanación en Bionergía que yo mismo practico y la medicina natural de la etnia Shipibo-Conibo del Perú, del cual él es una de sus mayores exponentes. En el paralelo encontramos que las dos coinciden en cuatro aspectos fundamentales que a continuación describiré:

1. Enfoque profundo. A través de la intensión se alinea nuestra ser bajo el propósito común de sanar al consultante independientemente de su presencia física. Esto implica entrar en contextos transpersonales, no mediados bajo las leyes espacio-temporales que damos por sentado, a través de métodos meditativos, ejercicios de arraigo y de atención concentrada, oración, dietas o ayunos, canto o la ingestión de plantas de poder.

2. Se visita “virtualmente” al Consultante. Se trata de generar a través de la intensión una realidad perceptiva sin soporte objetivo real, ya que existe sólo dentro de la mente del practicante. Sería un proceso de imaginería activa donde creamos una realidad alternativa, en ese lugar se visita al consultante y se aplica la Sanación como si sucediera en presencia del mismo.

3. Se trae “virtualmente” al Consultante. Igual que en el punto anterior, solo que la intensión está en “traer” a nuestro espacio real de trabajo al consultante. La práctica se sigue como si la persona estuviera presente físicamente.

4. Se envían “Guías” al Consultante. Como parte de nuestra identidad transpersonal, no condicionada por las limitaciones del Ego, un recurso que tenemos a la mano en la Sanación a Distancia es la de los Ángeles, Guías o Espíritus. Estos, en mi experiencia, son aspectos profundos de nuestra naturaleza que trascienden el sentido que tenemos de sí mismos y que nos permiten identificarnos con una conciencia mayor. A través de ellos la Sanación se implementa, sirviéndonos como “mensajeros” (del latín angelus) de nuestra propia divinidad.

Cualquiera de las anteriores prácticas nos llevan a darle sentido a las posibilidades de entrelazamiento entre el Sanador y el Consultante, no supeditadas a los límites espacio-tiempo en el que nos hemos autolimitado.

*Fuente: (http://www.physnews.com/showlink.php?id=10036).

lunes, 23 de marzo de 2009

Recibe, Aprende, Comparte.

Napo camea sshochinapo camea pisha bosshontana tetonshamameabi pisha bosshontana en picobobano barin joshin camori. (De adentro de la caja del pecho, de la profundidad de la garganta hago salir los rayos rojos del sol). Ícaro Shipibo-Conibo.

Pasó por Colombia Don Guillermo Arévalo (Kestenbetsa), reconocido chamán de la etnia Shipibo-Conibo del Perú, invitado para el evento Encuentro de Saberes, organizado en Bogotá por Tukuymanta.

El solo conversar con Don Guillermo me sacó de mis espacios de comodidad citadina, despertando del letargo esos llamados del alma que bien sabemos estamos destinados, tarde que temprano, a responder. Amigo del Doctor Albert Hoffman, creador del LSD y del Doctor Richard Schultes, fundador de la Etnobotánica, ha llevado la sabiduría de los "Onanya" (hombre que sabe) por todo el mundo, compartiendo con diferentes audiencias los conocimientos que guardan los espíritus de los "Rao" (las plantas con poder o espíritu).



En su sincero repaso de su saber contó como vivió un año en soledad metido en la selva como parte de su dieta (base fundamental del conocimiento Shipibo-Conibo) para aprender el conocimiento de las plantas, comiendo solo los que los monos dejaban caer de los árboles. Esta dieta, similar al ayuno del chamanismo mazateco, no es un estado de mortificación sino una disciplina meditativa para purificar el cuerpo y permitir que los sutiles campos de experiencia de cada planta puedan ser integrados sin alteraciones. La contaminación “interior” en el que vive sumergido el mundo occidental por el consumo excesivo de sal, azúcar, picante, alcohol, perfumes o el sexo desconectado del corazón, ha limitado nuestra sensibilidad para ver las sutilezas que nos rodean, en un mundo vivo que constantemente nos habla y enseña si sabemos escuchar.


Respetado por ser un gran curandero en su propia comunidad su andar comenzó a los 24 años, siguiendo un largo linaje de Onanyas. Hoy vive cerca de Iquitos, donde tiene un centro de atención “Espíritu de Anaconda” especializado en chamanismo shipibo-conibo. Allí Don Guillermo y su esposa Sonia reciben personas de todo el mundo que buscan sanación o simplemente reconectarse consigo mismos, sirviéndose de la sabiduría milenaria que guarda la selva amazónica.

Su profundo vínculo con el “Oni” (ayahuasca) y el respeto de sus propia cultura le ha permitido una maestría en su trabajo que hoy es reconocida en todo el mundo. Su invitación es la de experimentar cada uno por sí mismo las verdades de las que todos hablan y mantener con humildad y sencillez el saber que es dado por los “Rao”, las plantas con espíritu, y como él dice, hablando del conocimiento recibido a través de las plantas de poder, “Recibe, Aprende, Comparte”.



Me despido no sin antes decirle “irake” (¡gracias!) a Don Guillermo y su esposa Sonia, por permitir mirar con otros ojos nuestra naturaleza; como también a Joe Tafur, Investigador Clínico de la UC San Diego Medical Center, puente para este encuentro y Ángela Restrepo y Marta Emilia Rueda de Tukuymanta, por abrir este tipo de espacio pese a tantas resistencias (han manifestado lo que otros apenas sueñan y eso se honra).

El movimiento sigue su destino como el río sigue su curso.

Anexo un corto extracto del documental Other Worlds del holandés Jan Kounen, director de Dobermann y otro aparte de la película Renegado o Blueberry, del mismo director. Jan Kounen trabajó directamente con Don Guillermo en la concepción del despliegue visual y el mismo Don Guillermo aparece y canta sus ícaros en la película del director.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Sombra y Sueño

Antes de interpretar un sueño es fundamental entender que cada evento onírico tiene múltiples posibilidades de explicación y cada una es tan válida como cualquier otra, ninguna siendo además excluyente con sus similares. Pero por otro lado la interpretación tiene un peligro. Al diseccionar el sueño tenemos la probabilidad de ahogarlo, es decir, le quitamos su fuerza liberadora. Pero en aras de la reflexión miraremos algunos aspectos del sueño de una amiga que compartió conmigo:

“Estábamos en mi casa en mi cuarto y había una persona que no conozco que me decía que en mi cuarto había algo malo. Nos poníamos todos a enviar buena energía con las manos a la cama y de pronto el me decía que había que girar la cama, la giramos y seguimos enviando buena energía a la cama, de pronto yo me sentía como poseída y me tiraba a la cama y sentía cosas extrañas. Luego lo que tenía por dentro salía y se personificaba en un hombre que no conozco, gordo calvo y sentía que era el diablo. De pronto apreciamos todos como en un teatro y yo tenía una espada en mi mano, y sabía que tenía que clavarle la espada en el pecho para que se muriera. Las otras personas que estaban inicialmente conmigo estaban esperando el momento para atacarlo. Pero yo me adelante y le clave la espada pero en la garganta, y la sensación fue de angustia porque como no le había clavado la espada en el pecho sabía que no se había muerto.”

En general el sueño refiere a la Sombra. Esta son aspectos reprimidos de nuestro propio ser, los cuales por ir en contradicción con la imagen idealizada del Ego terminan reprimiéndose. Esos aspectos no son eliminados, solo excluidos, ya que son una parte fundamental de nuestra naturaleza. Esta Sombra no se reduce a algo negativo que nos habita (que sería la perspectiva del Ego), al contrario, remite al inconciente, fuente de fuerza y creatividad, donde emerge la energía que nos impulsa a la propia realización como personas. Esta potencialidad natural es detenida por el Ego. Un Ego es nacido de las creencias de nuestros padres y los sistemas morales e ideales éticos que venimos siguiendo desde niños y que cumplimos en aras de que nos validen, cerrándonos así a la posibilidad de nuestra propia complitud (Principium individuationis).

La analista jungiana Jolande Jacobi, discípula y posteriormente colaboradora de C. G. Jung señala que hay muchas personas que no viven su propia vida y que lo desconocen todo sobre su verdadera naturaleza. Estas personas hacen auténticos esfuerzos para “adaptarse”, para no llevar nunca la contraria y cumplir exactamente lo que las opiniones, las normas, las reglas y los convencionalismos que el entorno considera “adecuado”. Esas personas son esclavas del “qué dirán”, de “lo que hacen los demás”, etc.*

Cuanto más tratamos de seguir nuestro propio camino más nos molesta la rigidez de las normas y los valores colectivos. Para alcanzar la plenitud debemos liberarnos del poder del psiquismo colectivo y del entorno que nos rodea y estar dispuestos a cambiar. Pero debemos aspirar a convertirnos en nosotros mismos y a integrar lo que somos, en el mundo. Esta toma de consciencia de nuestros conflictos siempre se experimenta como un enfrentamiento entre impulsos irreconciliables, como una especie de guerra civil interna.*

Ser uno mismo significa aceptar cada aspecto de nuestra naturaleza, lo bueno y lo no tan bueno. Esto implicará exponerse como en un teatro frente a un auditorio que quizás como en el sueño puede ser nuestra familia introyectada, pero detrás de ese público que nos juzga solo está un complejo de ideales morales y creencias familiares sobre algún tema (educación, dinero, estudio, sexualidad, etc.) que nos fue impuesto.

En este sueño la persona no acaba con la Sombra, no la aniquila, como el auditorio estaba esperando y esto es esperanzador para la persona, pero puede generar angustia y culpabilidad. Hasta este momento la sombra solo ha sido acallada (espada en la garganta). Aquí nos sirve la interpretación para hacer una invitación a todos. Debemos dejar de temerle a nuestra sombra y ver que tiene que decirnos de nosotros mismos que no alcanzábamos a ver. Ella nos busca porque trae dones que el ego en su inflación no puede percibir. En el tema mítico del dragón este siempre duerme sobre su tesoro. Debemos ir pues por nuestro dragón, no se trata de matarlo como bien haría el héroe, se trata de entender que también hay algo de dragón en cada uno. Ese es el verdadero tesoro.

* Párrafo tomado de La curación de la sombra de James Hillman, del libro Encuentro con la sombra : el poder del lado oscuro de la naturaleza humana Editorial Kairos. Agradecimiento a David Londoño por la muestra del libro.

martes, 3 de marzo de 2009

Piciete, tabaco sagrado

En estas fechas cuando al tabaco se le ha despojado de cualquier aspecto sacro, como se le reconocía en la América prehispánica, y su veneración ha quedado reducida a la de los adictos a la nicotina, quiero recordar su importancia en la cultura mazateca, y en especial en el ámbito de las ceremonias con hongos o veladas mazatecas.

Conocido como “piciete” -corrupción del nahualt picietl-, la planta del tabaco embellece los jardines de la mayoría de las casas en Huautla de Jiménez, Oaxaca. Además de ornamental las altas plantas tiene un fin protector, cuidando los espacios de males de ojo y envidias. Pero su labor no termina ahí. Como era tradición en nuestras visitas a Huatla, nuestro amigo y maestro el Profe Pablo García nos ponía “chamba’ apenas pisábamos su casa, preparándonos para el trabajo interior en las veladas. Una de las principales tareas era hacer piciete, por lo que poníamos manos a la obra sacando hojas frescas de plantas de tabaco que crecían silvestres atrás de su casa, para luego de limpiarlas con agua y sacarles cuidadosamente la nervadura principal, debíamos moler en un metate, mezclando el resultado con cal natural comprado en el mercado. El molido de las hojas frescas en el metate debía permitir extraer el jugo fresco, que se recogía en una jícara, como obtener también el material molido, el cual se ponía inmediatamente al sol para su secado. Seco y convertido en polvo el Piciete, o San Pedro, como también se le conoce, se podía disponer para su uso ceremonial y medicinal.

Su función en la ceremonia con hongos era de darle dirección al viaje, es decir, mantenernos en el propósito original con el que comenzamos la velada, ya que los menos diestros en la tarea de orientarse durante el proceso enteógeno con los hongos tendíamos fácilmente a errar nuestro norte, perdiéndonos en los callejones abisales de nuestro inconciente y su a veces caótica amalgama de imágenes. El Profe al reconocer el más mínimo desvío de nuestro objetivo principal, nos daba una manotada de piciete, el cual debíamos masticar lentamente con agua, o en su defecto y con ánimo medicinal, nos daba un trago del fuerte extracto de tabaco, el cual era verdaderamente solo para valientes.

Como reacción química la cal facilita la absorción de los alcaloides propios de la planta, liberando un efecto estimulante de atención y alerta, además de mejorar el rendimiento cognitivo, lo que equilibra la alteración de conciencia debido a los hongos sin reducir su efecto. En otras palabras, cuando el viaje se comenzaba a distorsionar merced al ruido interior el consumo del piciete nos devolvía al orden, encaminándonos nuevamente en la intención original de nuestra ceremonia. Algo que sin el piciete solo se lograría gracias a la maestría de los grandes chamanes mazatecos y su disciplina para mantener el control sobre los impredecibles caminos que esperan cuando nos sumergimos en los contenidos inconscientes.

El exacto conocimiento del manejo de estas plantas nos habla de una técnica que ha tenido miles de años para sofisticarse en manos de generaciones de Chotachines - Hombres de Conocimiento- cada una aportando su experiencia en aras de la sanación. Todo un tesoro cultural preservado por los abuelos mazatecos que pese a todo mantienen el respeto por su tradición.