sábado, 28 de marzo de 2009

Sobre las impaciencias en la búsqueda

Un amigo acaba de regresar de estar en un ejercicio de búsqueda de visión según el modelo Lakota. Me contó de sus afanes, las penurias de la soledad y el encuentro con los fantasmas de su propia mente, los cuales eran capaces de fatigar la voluntad más preparada. Recordé los "Himnos Nisibianos" (Carmina Nisibena) del místico Efrén de Siria. Este texto siempre me aterriza cuando la impaciencia y la inflación del ego hacen de las suyas:

“Alégrate por lo que has alcanzado, sin entristecerte por lo que te queda por alcanzar, pues el sediento se alegra cuando bebe y no se entristece porque no puede agotar la fuente. [...] Da gracias por lo que has recibido y no te entristezcas por la abundancia sobrante. Aquello que, por tu debilidad, no puedes recibir en un determinado momento lo podrás alcanzar en otra ocasión, si perseveras. Ni te esfuerces avaramente por tomar de un solo sorbo lo que no puede ser sorbido de una vez, ni desistas por pereza de lo que puedes ir recogiendo poco a poco”.

Efrén de Siria, fue padre de la iglesia cristiana primitiva, ermitaño, místico y poeta nacido en la entonces provincia romana de Mesopotamia en 306 DC y muerto en Edesa en 373 DC. Por humildad rehusó la ordenación sacerdotal por lo cual se le llama “Efrén el Diacono” En su tiempo fue conocido también con el apelativo de «El harpa del Espíritu». Narra él mismo como su obra comenzó luego de un sueño donde pudo ver como de su lengua nacía una mata de uvas, la cual se extendía por muchas regiones, llevando a todas sus racimos. Pasó la mayoría de su vida en una cueva.

3 comentarios:

MML dijo...

Gracias por compartir ese pequeño texto y reflexión. Viene muy sincronicamente a mi camino y al de muchos otros seguramente. Será posible que pueda reproducir tu comentario en Psicología Perenne? (obviamente, con la cita respectiva) Por favor contestame en un comentario en mi blog o a nuestro mail. Gracias!

Matías

Alejo Retamal dijo...

Claro que sí

Jurema dijo...

Buen post!
Hay mucho que caminar el camino del crecimiento y a veces es muy espinoso y duro, pero siempre hay recompensa.

Gracias y un abrazo.