Las naturalezas más profundas no cambian, se vuelven más y más sí mismas. Kierkegaard
Como muchos otros he vivido bajo el ideal del crecimiento personal, con esa romántica idea sacada de los libros de autoayuda que nos invita a participar del movimiento expansivo del universo. Gracias a un amigo que me compartió unas lecturas estoy leyendo a James Hillman, psicólogo y discípulo de Jung, y entre sus certeros apuntes encontré algunos sobre el tema cuestionando la idea del crecimiento. Para él el crecimiento “es una fantasía romántica, armoniosa, de una persona siempre en expansión, siempre en desarrollo, siempre creando…”.
Esta idea de crecimiento puede implicar que lo inmutable dentro de nosotros no se considere. Así nos alejamos de lo fundamental, lo eterno e inmutable por una carrera hacia algo más grande, en una búsqueda acumulativa y de atesoramiento.
Hillman nos dice que debe uno “volverse más y más uno mismo - la experiencia real de esto es un encogimiento, puesto que muy frecuentemente es una deshidratación, una pérdida de inflaciones… despojarse es un aligeramiento”. Él invita a “despojarse de falsas pieles, de material incrustado que uno ha acumulado. Desprenderse de madera muerta. Cosas que ya no funcionan, cosas que no te mantienen... te mantienen vivo. Conjuntos de ideas que has tenido demasiado tiempo. Gente con la que realmente no te gusta estar, hábitos de pensamiento, hábitos de sexualidad.”
Los enteógenos tanto como algunos procesos meditativos pueden ser importantes facilitadores de experiencias de muerte-resurrección, permitiendo desestructurarnos para dejarnos con solo lo que verdaderamente importa. A falta de un buen viaje con plantas de poder debemos ver cómo debajo de esa maraña mental que llamamos vida está nuestro verdadero ser esperándonos. Despojarnos de todo lo que no es esencial es el verdadero reto. Es hora de vaciarnos para aligerar el espíritu.
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6 comentarios:
Eh! Bueno, menos mal que usted no leía textos de "Autoayuda".
Lo de los enteógenos tampoco es algo real. No es que se tenga un "viaje" hacia el "interior". Ya lo expliqué en un antiguo post que puede leer aquí
Lo que ocurre es una reacción fisiológica muy simple: la tetrahidroharmalina (principio activo del Yagé) aumenta la actividad eléctrica entre los dos hemisferios cerebrales inhibiendo la accion de la MAO (mono amino oxidasa). Como en fisiología la inhibición de algo aumenta la acción de algo, esta inhibición de la MAO aumenta los niveles de serotonina y eso cambia la percepción sensorial. Las alucinaciones no son más que el efecto que ejerce la serotonina sobre la glándula pineal y esta a su vez sobre la retina. Ahí no hay nada mágico ni mucho menos "sanador". Lo que uno ve es lo que uno ha vivido y por eso todos los "viajes" son diferentes entre personas.
¿Por qué no deja de timar gente y se dedica a estudiar algo serio?
Y no borres mi comentario, mira que los tuyos los dejo en mi blog con todo el cariño del mundo.
Creo que me quedó mal puesto el enlace. El post se llama "Los arúspices".
Estimado Bilioso, siempre serás bienvenido en este espacio en la medida que tus comentarios no se reduzcan a solo insultos. Una conversación de altura enriquece a todos y nos permite compartir muchos puntos de vista. Tu extremismo reaccionario, donde solo hay blanco o negro, en el fondo habla mucho de nuestra cultura colombiana y eso ya es todo un tema.
Sobre tu blog y la descripción del efecto bioquímico de la ayahuasca creo que te faltó más profundidad frente a su complejidad biológica. Te invito a leer a Glennon RA, (Hallucinogens and serotonergic mechanisms / Department of Medicinal Chemistry, Medical College of Virginia).
Bueno, entrando en materia creo que a punta de describir cómo los psicoactivos interfieren con los neurotransmisores, la mescalina del peyote con los sistemas noradrenalínicos; la harmalina de la Ayahuasca con los sistemas serotonínicos; la bufotenina del Yopo con los sistemas dopamínicos, etc. te estás quedando en una simple descripción fisiológica, que por supuesto nadie discute su validez, pero no comprendes lo que viene con ello, el significado profundo que para la conciencia del que lo experimenta tiene y allí está la cuestión.
Tus aproximaciones son como las de un ciego tratando de describir un color. Que la harmina, como inhibidor de la monoaminooxidasa cerebral permita la acumulación de norepinefrina, no explica el sentido de los contenidos inconcientes que se desbordan en ese proceso que muchos llamamos “viaje”, o que esos contenidos irrumpan en la conciencia a través de símbolos arquetípicos desde el fondo de nuestro inconciente colectivo y por ello las traduzcamos como encuentros con lo “divino”, “lo trascendente”, “numinoso”, revelación, estado de iluminación, estado místico o les digamos experiencias de unificación (William James), experiencias cumbre (Abraham Maslow), todo ello no le quitan fuerza a la experiencia extática que pueden venir a través de los enteógenos (Etim Grie: Dios Adentro) y otras prácticas como las meditativas Esas experiencias son catárticas y por ello sanadoras. En 1947, Abraham Maslow definió como experiencia cumbre: “un estado de unidad con características místicas; una experiencia en la que el tiempo tiende a desvanecerse y el sentimiento que sobrecoge hace parecer que todas las necesidades se hallan colmadas”.
Confundes el mapa con el territorio. Te invito a que explores ese territorio de tu propia bioquímica a ver si basta con hablar de una acumulación de serotonina para explicarlos. De regreso sabrás de que hablamos.
Bueno, en algún tiempo fui un gran consumidor de Yagé y por eso hablo del tema.
Algo que me llama muchísimo la atención de su discurso es la gratuidad de su prosa. Veamos una simple frase:
Que la harmina, como inhibidor de la monoaminooxidasa cerebral permita la acumulación de norepinefrina, no explica el sentido de los contenidos inconcientes que se desbordan en ese proceso que muchos llamamos “viaje”
¡Al contrario! ¡Claro que lo explica! De hecho lo explica en su totalidad; explica en su totalidad el contenido inconciente del episodio que se está viviendo.
Negar esa explicación (que usted mismo da) sería como decir que los factores de la coagulación no explican por qué no nos desangramos. Aunque su teoría del por qué la sangre tiende a permanecer en los vasos sanguíneos no debe incluir las presiones osmóticas y colidosmóticas sino más bien una necesidad del fluido divino de permanecer alimentando el espíritu del atormentado paciente. ¿Cierto?
Usted es un magnífico elucubrador de embustes y puede que eso le sirva con empleadas domésticas, celadores y policías pero otra cosa es con un médico, un veterinario o un fisiólogo.
Luego cita a Maslow como si estuviéramos hablando de un genio y no de un simple profesor universitario dedicado a inventar teorías mediocres como la de las necesidades prevalentes: ´si alguien se está ahogando no va a sacar de su bolsillo un sanduche para comérselo. ¡Brillante!
A través de su comentario usted se vuelve a echar la soga al cuello. Usted dice: y por ello las traduzcamos.
¡Exacto! El asunto es de interpretación y no de realidades. Para los primeros habitantes de este enorme basurero llamado planeta tierra el sol era un Dios y hoy sabemos que sólo es una bola de Helio agotándose lentamente. No importa que alguien siga creyendo que el sol es un Dios, contra toda creencia seguirá siendo una bola de Helio.
El hecho de que alguien interprete un fenómeno como algo divino no lo convierte en tal. Una persona que no tenga conocimientos de fisiología puede pensar que un salpullido es un castigo de Dios pero cualquier enfermera recién egresada le puede asegurar al condenado que se trata de una reacción anafiláctica o viral o parasitaria o lo que sea y el laboratorio lo confirmará.
Las personas (como usted) que venden este tipo de fenómenos fácilmente explicables y los mimetizan dentro de corazas divinas y espirituales son deshonestas.
¿Por qué no decirle a la gente que lo que experimentan con estas plantas alcaloides es una reacción prefectamente natural de sus sistemas nerviosos?
¿Porque se acaba el negocio?
Ojalá no borre este comentario.
Parece que no has entendido aún el tema, que es bastante básico pero importante entenderlo para poder discutirlo. Como te dije anteriormente nadie discute el cuadro neuroquímico que tanto defiendes (hasta te recomendé una excelente investigación!) , tema además que me encanta estudiar.
Voy a intentar con un ejemplo más fácil, imagínate que estás viendo un programa en un televisor LCD de esos bien modernos que hay. Si te pregunto que estás viendo, es decir el “contenido” del programa de TV, tú lo reduces y me dices que ves:
“una pantalla de donde salen imágenes de 1080 líneas por 1920 que dan 2.073.600 pixeles, con barras negras verticales letterbox que mantienen la relación de 4/3 pero pierden parte de la zona activa de la pantalla.”
Sí, pero hay más… ya entiendes? Nadie discute el contexto fisiológico de las patologías, ni que el Sol es una esfera donde se producen reacciones de fusión, ni que si te cortas profundamente sangras, ¡obvio! Pero como el programa de TV que vemos hay más. Tú solo ves líneas, para mí es una historia de amor para otra persona una comedia, etc. Depende del observador y sus contenidos.
Y si crees que el observador no importa y solo se es un testigo de la realidad, estás equivocado. El observador puede alterar físicamente lo observado y eso que llamas realidad es una interpretación de tu mente. Einstein, Rosen y Podolsky, en los años 30 del siglo pasado decían" No cabe esperar ninguna definición mínimamente razonable de la realidad que nos rodea", Prigogine, el Premio Nobel de Química en 1977 dice: "La realidad se nos revela sólo a través de una construcción activa en la que participamos" .
Te repito. Te quedas dando vueltas en el síntoma, en el helio, en las presiones osmóticas y colidosmóticas, las 1080 líneas por 1920 de tu LCD.
Mientras yo te señalo la luna tú te quedas viendo el dedo.
"Si tu única herramienta es un martillo, tenderás a tratar todo como si fuera un clavo" Maslow
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