lunes, 29 de septiembre de 2008

La sanación energética explicada a incrédulos

Más allá de contextos esotéricos, tradiciones religiosas y doctrinas New Age por un lado y por otro, la crítica alópata que reduce todo a un efecto placebo, muchos terapeutas holísticos, practicantes de la sanación energética, se encuentran con el hecho de legitimar su labor ante un público muchas veces incrédulo ante el ejercicio de estas técnicas. Por ello, sin pretender pontificar y solo desde mi experiencia, quiero explicar la Sanación energética alejándome de cuestiones que impliquen creencias y afiliaciones, sino más bien como un fenómeno con una explicación.

¿Cómo se explica una Sanación Energética? Lo fundamental es entender la interrelación entre el terapeuta y su cliente. En el exacto momento que el paciente entra en el ámbito del terapeuta los dos comienzan a entablar un intercambio de información energética. Es decir, el hecho de definirse un sujeto como Sanador o Terapeuta y el otro como paciente o cliente en procura de equilibrio, propicia que cada una responda a un rol específico con funciones determinadas, que al vincularse se integran en un sistema.

El dialogo así, entre Sanador y Paciente, lleva a los dos a un estado de vinculación energética, es decir, el alineamiento entre el Sanador y el paciente permite que alcancen un estado combinado donde los dos funcionan como un Sistema Cerrado, cada uno cumpliendo una función. De allí la importancia de procesos empáticos que logren la vinculación entre los dos sujetos (Rapport).

La sanación se produce luego de que un sujeto, en este caso el Sanador, que tiene la condición más organizada y constante de energía compensa la del paciente, el cual vive un desequilibrio energético originado por los conflictos que vive o el desbalance orgánico que padece. La estabilidad energética de uno compensa la del otro dentro del Sistema Cerrado y así se logra la sanación o el equilibrio dinámico (similar a la homeostasis biológica) con sus efectos psicosomáticos. ¡Simple! ☺

La eficiencia de esta transferencia energética es proporcional a la coherencia energética del Sanador, de allí la importancia de alcanzar estados de atención concentrada o autonulificación en el momento del trabajo terapéutico, lejos de los monólogos del ego que nos llevan a interrumpir y contaminar el trabajo.

Es de este modo que podemos encontrarnos que la sola presencia de un Gurú o un Maestro Espiritual (sujetos con alta coherencia) generan estados de balance o hasta remisiones espontáneas imposibles de lograr por otras fuentes (Gurús como Amritanandamayi o Sai Baba dan fe de ello).

De otro lado este Sistema Cerrado Sanador + Paciente, permitirá la transferencia de información y el acceso a conocimientos no verbales de forma intuitiva (pueden llegar imágenes, sensaciones, recuerdos ajenos, etc.) algo normal en nuestro trabajo pero difícil de entender para los incrédulos.

Así, podemos explicar la Sanación, como un proceso de transferencia energética dentro de un Sistema Terapeuta + Paciente. La Coherencia energética de uno radiará sobre el otro lográndose así el equilibrio.

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