viernes, 19 de septiembre de 2008

La dualidad es una ilusión. Estamos en permanente unidad.

Totalmente cierto, pero comprender el verdadero significado de tal concepto no se alcanza con el solo ejercicio mental. La pregunta es ¿verdaderamente entendemos esa aseveración en toda su extensión y la captamos en todos lo niveles de nuestra conciencia hasta que toda diferenciación desaparece? Este ejercicio significaría ver la realidad a través de una Conciencia Pura, intemporal, más allá de cualquier pensamiento o actividad mental.

Esta idea es la base del Taoísmo, Sufismo, Budismo (Chan, Zen, Vedanta), misticismo cristiano, pero todas coinciden en que su sentido va más allá de cualquier pensamiento o concepto, los trasciende, ya que de lo contrario sería un simple monólogo de nuestro propio ego (“la loca”). Pero es finalmente una experiencia y una experiencia que trasciende los límites racionales, las palabras, las definiciones, las creencias y solo es posible (en el caso del Zen) aproximarse racionalmente a sus linderos a través de paradojas (koans) que son finalmente trampas para la propia razón.

Todo es conciencia de unidad (advaita), todo las almas son una (atman), todo es uno (Brahman) pero el hecho es que debido a nuestra necia función mental de conceptualizar, que consiste en definir y para ello dividir en partes lo que no está dividido caemos en la trampa y no comprendemos el verdadero sentido de lo dicho, reduciéndolo a una definición sin profundidad. Si abandonamos el proceso de conceptualización y ya no nos identificamos con nada, la realidad de ser UNO se nos revela y experimentamos la No Dualidad.

Todo forma parte del uno, sujeto y objeto son uno, el que percibe y lo percibido son uno, no hay separación. Todo solo es… Para ello debemos trascender la creencia, borrar el pensamiento, para así borrar al pensador.

Por otro lado, ¿para qué hacemos algo si estamos ya en unidad? En ese sentido el dejar de hacer no estaría en función de la experiencia de la No Dualidad, sino en función de un razonamiento y eso sería darle poder a la razón que rija la propia vida, es convertirse en un creyente radical de los propios juegos mentales, es ser esclavo de las propias ilusiones. No se cree en la No Dualidad, se experimenta. Lo demás es palabras y ellas no nos pueden regir. Somos libres, SOMOS más allá de nuestras creencias. Hay un dicho budista: “si te encuentras con una idea del buda mátala”. Somos más y allí está el sagrado Misterio, si no, para que vivimos si finalmente vamos a morir.

Mata toda creencia, mata todo pensamiento, mata a Buda si te lo encuentras. Luego en silencio sonreiremos porque las palabras nunca bastarán.

No hay comentarios: