jueves, 13 de agosto de 2009

Yo solo cuido el camino


Cuando el consultante entró con El Profe Pablo García, buscando una sanación, luego de más de ocho horas de viaje hasta llegar a Huautla de Jiménez, en la Sierra Mazateca de México, las palabras con que mi maestro lo recibió fueron las siguientes:

“Los hongos hacen el trabajo. Los hongos te mostrarán las cosas que tú no quieres ver. Esa es la sanación que buscas. Yo solo cuido el camino. Lo de sanarte está en tus manos y en las de Dios.”

Algo relevante de este testimonio está en validar como el chamán no se identifica así mismo como hacedor / salvador, al contrario, su oficio se fundamenta en ser simple vehículo, canal o puente, espejo, facilitador, partero, etc.

Para él era importante que cuidáramos la fuerza del propio consultante, invitándonos siempre a estar atentos a nuestra soberbia sin menospreciar la dignidad, sensibilidad y autonomía del Otro, y lo más importante, sin quitarle al consultante la responsabilidad de que su sanación y equilibrio solo depende de él mismo.

Por otro lado, su testimonio guarda también una importante clave: La conciencia de ver más allá del síntoma y descubrir que la raíz de lo no resuelto es el mecanismo disparador de la sanación. Ver lo que antes no podíamos ver nos lleva a un lugar de conciencia diferente y desde allí el impulso natural de nuestra naturaleza dinámica nos pone de nuevo en movimiento, es decir, en el cambio, fundamento de la sanación.

(El Profesor Pablo García haciendo una limpia en el Cerro de Adoración, Nindó Tocosho, Huautla de Jiménez, Oaxaca, México).

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