martes, 9 de diciembre de 2008

El monje y la araña

La salud total y el despertar son realmente lo mismo. Tarthang Tulku

Les comparto una excelente historia zen sobre la fuente del sufrimiento y sobre donde ponemos las causas de nuestros desequilibrios.

Un monje de un monasterio zen en el Japón luchaba constantemente con su práctica meditativa. Cada vez que se ponía a meditar veía como lo amenazaba una araña inmensa. Después de meses de infructuosa meditación, miedo y ansiedad decidió finalmente matar al molesto animal.

Mientras se dirigía decidido, cuchillo en mano, al Dojo para su práctica, le vió su Sensei quien le preguntó que se proponía. El joven le explicó su problema. El Sensei le escuchó atentamente y le recomendó al joven monje una estrategia. Le dijo que primero cogiera su pincel de caligrafía y que, cuidadosamente pintara una cruz en el vientre de la araña, para clavar al día siguiente el cuchillo en la intersección de la cruz.

El monje entusiasmado entró en el Dojo y se entregó a su meditación. Cuando apareció la araña le pintó cuidadosamente el vientre. Sintiéndose bastante satisfecho hizo una reverencia y salió del salón de meditación, para encontrar en la parte delantera de su hábito una gran cruz pintada.


1 comentario:

MOI dijo...

Muy buena historia, nuestros miedos, nuestras mas grandes miserias, las provocamos nosotros mismos, forman parte de nosotros. Nuestra es la gran tarea de aceptar y domar toda esa oscuridad