Al romper los candados, permitimos que se desplieguen y reacomoden los contenidos concientes e inconcientes que estaban pulsando en desequilibrio. Este es un fenómeno normal como parte natural correctiva de la dinámica interna. Cada psiconauta experimentará el proceso según lo que necesite para sí mismo, sea alcanzar estados de trascendencia, unidad y lucidez imposibles para la conciencia normal (Buen Viaje) o hasta el acomodo involuntario de heridas reprimidas o experiencias no integradas en la totalidad del ser (Mal Viaje). Bajo una mirada más amplia la crisis psicótica y el Mal Viaje, que pudiera experimentarse bajo los efectos del enteógeno, más que una distorsión patológica a la que hay que resistirse, solo es parte de una búsqueda de integración de las tendencias reprimidas que pesan y llevan al desequilibrio.
El reordenamiento de los contenidos internos es parte del viaje enteógeno. Si le quitamos la lectura maniquea del Buen Viaje y Mal Viaje, y nos permitimos, sin resistencias, trascender las angustias de la pérdida de control, podemos regresar más completos, menos fragmentados. Las plantas de poder o enteógenas son ante todo medicina para el alma, remedio para el ser.
4 comentarios:
in lak´ech
Hala Ken
Totalmente. Lo que ocurre durante un "mal viaje" se reduce simplemente al encuentro con aquellas partes nuestras que no hemos reconocido (o no queremos reconocer) puesto que amenazan nuestro concepto de nosotros mismos. El ego condicionado pugna por mantenerse vigente, cómodo en sus condicionamientos y reacciones estereotipadas, y cualquier intento por ver más allá de esta realidad ilusoria se paga con sufrimiento y una sensación más o menos angustiosa. El precio a veces es alto, pues se debe pasar por la "noche oscura del alma" para llegar al entendimiento, pero una vez que uno elige el camino de estar despierto e intenciona su vida de acuerdo al sendero de la sanación, es un precio justo que tenemos que aceptar con cariño y humildad.
"una vez que uno elige el camino de estar despierto e intenciona su vida de acuerdo al sendero de la sanación, es un precio justo que tenemos que aceptar con cariño y humildad".
Bellamente expuesto. Qué difícil es honrarlo cuando estamos en medio de la tormenta. Ahí los verdaderos buscadores se separan de los diletantes.
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