lunes, 20 de octubre de 2008

Audi alteram partem (escucha la otra parte)

Últimamente he tenido un interesante comentarista de mi blog (Blogname: Bilioso de Vuelta 2.0). Sus viscerales críticas a los métodos de sanación y medicinas alternativas han traspasado la típica incredulidad newtoniana, las generalizaciones del reduccionismo y la división cartesiana cuerpo/mente, para revelar un encono emocional profundo.

Lo interesante (y que no deja de pasar de anecdótico sino fuera por la virulencia de sus comentarios, los cuales quité ya que no tienen nada de constructivo) es saber la razón qué lo motiva para continuar despotricando de la Sanación Holística? Qué hay detrás del subido tono de sus críticas a las terapias complementarias? Qué lo amenaza tanto de este tipo de alternativas terapéuticas?

A lo largo de mi carrera he visto como muchas personas refuerzan su propia identidad a punta de desaprobar al otro. Ante una imagen debilitada de sí mismos, el resentimiento se transfiere al Otro, juzgándolo negativamente y nutriéndose con ello de una falsa superioridad moral. Pero este detractor, como todos los anteriores, reflejan algo más… una petición de ayuda.

No es coincidencia que apuntale su artillería en un espacio de reflexión sobre medicina alternativa como este, detrás de ello hay un pedido, una búsqueda que no ha encontrado respuesta en otro lugar. Su reclamo a los que creen es la burla, la disminución, pero allí mismo está su necesidad.

Las formas de solicitar ayuda pueden disfrazarse bajo muchas máscaras. Las más evidentes se expresan a través de los síntomas de algún trastorno o desequilibrio físico, la exarcerbación de las respuestas emocionales, la manifestación de la violencia, el odio ciego, el resentimiento y hasta la ceguera espiritual ante la imposibilidad la contactar los aspectos menos duales de nuestra naturaleza. Lograr ver a través de este velo sin dejar que la turbiedad de las apariencias y los sentimientos nos engañen, contemplar sin ningún tipo de prejuicios al otro en su exacta magnitud, sin verlo como oponente y reconocer en él aspectos que también nos habitan, es un acto que nos conecta con nuestro ser esencial.

A mi fiel y enconado Bilioso (su nickname) lo invito a que más allá de posturas contemple que le detona tanta rabia, que hay detrás de ese angustioso llamado. Qué cosa le hace falta que pide a gritos en este espacio, por qué en este? Ser conciente de lo que en entrelíneas dicen sus insultos le abre la posibilidad de ampliar los horizontes y entender que sin rótulos su búsqueda es también la mía y viceversa. En esa trasparencia estamos en el mismo camino y lo mejor, somos uno.

(FOTO: Planta de Tabaco para hacer Pisiete o San Pedro, tabaco ceremonial mezclado con cal para la Velada Mazateca. Huatla de Jiménez, Oaxaca, México).

1 comentario:

fisic dijo...

Siempre es necesario ante cualquier servicio a prestar a la humanidad vestirse de humildad y vigilar constantemente, pues no por que estemos en el camino del bien, estamos salvos de desviarnos. Siempre debemos estar atentos a cultivar la humildad e impersonalidad en lo que nos respecta. Como decían en el blog, no es necesario vestirse de blanco, con sandalias ni usar un collar de cuarzo para ser sanador. La sanación y el servicio se lleva dentro de si mismo y se expresan de manera natural cuando son necesarios.
Mucha luz y sanación para todos.